He sido testigo CC de este magnífico debate que no puedo dejar de reproducir. Ojalá invite a comentarios tan interesantes... Jana invita a leer un texto realmente interesante de Reverte y David da la réplica a Reverte con su misma contundencia.
CORREO DE JANA
por favor léanselo..... hierve la sangre de vida con tantas verdades como puños... con hombres como este podemos constatar lo que es tener lucidez, coraje, e inteligencia
y la frase final es absoluta...
los que disfruten con la enunciación de la verdad sin tapujos y con cojones de los buenos.. no de los de desfachatez, teneis un bocadillo de cardinal...
yo sigo relamiendome los labios
besos
Jana
Permitidme tutearos, imbéciles. (Demoledor artículo de Pérez-Reverte.)
Artículo de Arturo Pérez-Reverte publicado en XL-Semanal.
Gane quien gane las próximas elecciones generales debería tenerlo en cuenta. Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera. No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas. Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones. Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.
CORREO DE DAVID
Querida Jana, gracias por enviarnos el artículo, pero un par de matizaciones:
Arturo Pérez Reverte siempre ha sido un gilipollas al que le encanta dárselas de tipo duro. Pero a mí no me vale meter en el mismo saco a los políticos y a los pedagogos. Tampoco me sirve que, "con dos cojones", le afee a Zapatero (al que no voto) "tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante".
Para cantamañanas, Pérez Reverte. ¿Qué sabrá él de pedagogía? Viene siendo habitual que cualquier opinador, cualquier tertuliano de los muchos que abundan en "este país de mierda", como dice Arturete, hablen de falta de autoridad en las aulas. ¿Alguien se cree todavía que el problema reside en esa supuesta falta de autoridad? Como profesor, os aseguro que eso no es más que una excusa de mamones, mandones y amigos de autoritarismos patriarcales. El asunto es todavía más sencillo: los alumnos, que son gente relativamente más sana que nosotros gracias a su juventud, huelen la fraudulencia de la institución educativa; se dan perfecta cuenta de que los profesores les vendemos humo, les enseñamos cosas que no está claro que sean las que van a necesitar en un mundo futuro que, por otra parte, quizás regrese pronto a la prehistoria gracias a las seis crisis ecológicas que hemos activado a causa de nuestra competitividad, hiperconsumismo, insolidaridad y barbarie. Y, como seguimos enseñando sobre todo eso, a competir, a joder al prójimo, pues es lógico que los chicos estén más contentos fumándose un canuto y pasando de todo.
Pues hala, que le den mucho por el culo a Arturo Pérez Reverte y a la maldita Real Academia Española.
Besos
David